Como estaba previsto, en la tarde-noche del pasado Sábado en el Santuario de la Inmaculada, con la puntualidad que les caracteriza justo a las 20:30 horas iba a dar comienzo la Primera Sabatina del año, y por ser la primera de carácter especial.
Décimos especial, ya que la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Chiclana ha esperado este momento mas de 25 Años para pasar de ser una Asociación Rociera a una Hermandad Filial de la Matriz de Almonte, en este caso la número 110.
Este último acontecimiento se produjo en Enero de 2012 y La Línea de la Concepción, como no podía ser menos, visitó a Chiclana para celebrar juntos tan digno acontecimiento, puesto que la Hermandad linense había sido la Madrina en este caso de la de Chiclana durante seis años.
Cuando se presentaron juntas por primera vez ante los pies de su Ermita allá en el Rocío, surgió el compromiso por ambos Hermanos Mayores de alternarse esa visitas “in Tempore”, siendo los años pares para la de Chiclana la Hermandad visitada, e impares donde esta misma visitaría a la de nuestra ciudad, hecho acontecido este pasado Sábado por el hecho de ser en la Primera Sabatina del presente año.
Una sabatina oficiada por el Rvdo. Pare D. Juan Antonio Martín Barrera, natural de Cádiz y actual Delegado Diocesano de Juventud.
Como invitado asistió el Delegado de Formación de la Hermandad Matriz de Almonte D. Manuel Galán Delgado, donde D. Emilio Villar Martínez hacia acto de presencia como Hermano Mayor Honorario de la Hermandad del Rocío linense.
Una Sabatina muy típica Rociera, donde tras el transcurso de la misma y prácticamente casi a su finalización, el Hermano Mayor de la ya Hermandad del Rocío de la vecina ciudad de Chiclana D. Antonio González Rodríguez tenía el gusto de subir al atril en un emocionado momento, ya que de sus palabras salían el agradecimiento de su Hermandad por tantos años de amadrinamiento que tan gustosamente la Hermandad de La Línea les había estado prestando, invitando a que se personase junto a el en el atril el Hermano Mayor linense D. Juan Antonio Valle Lima “Momo”, fundiéndose estos en un emotivo y fuerte abrazo ante la atenta mirada de todos los allí presentes.
Con el canto de la tradicional Salve al Simpecado de la Reina de las Marismas, se daba por finalizado un emotivo e histórico acto que perdurara en el recuerdo de ambas Hermandades, y para culminar dicho acontecimiento en la Casa-Hermandad rociera linense se iba a celebrar una convivencia para recordar sendos compromisos.
La Línea Cofrade una vez más, quiere agradecer tanto a su Hermano Mayor, miembros de Junta de Gobierno y resto del Hermanos, el trato exquisito recibido por parte de todos y cada uno de ellos, para que fuéramos participes en dicha convivencia con el mejor de los honores, a todos ellos muchísimas gracias por su hospitalidad.
Textos y Fotografías: Jesús Asencio Pérez.
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