Eran poco mas de las 18.45 horas de la tarde del pasado Sábado, cuando en los aledaños de la feligresía de la Parroquia del barrio del Junquillos se hacía notar la presencia de casi un centenar de Romeros Linenses, con el propósito de celebrar con esta su sexta Sabatina itinerante como estaba previsto en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús.
Nuestro amigo Antonio Bautista y conocido «cohetero» de la Hermandad, advertía con el estruendo de las bengalas lanzadas al unísono la presencia de los Romeros, ante el asombro de muchos, en un ambiente muy peculiar y al que ya están acostumbrados, a la sombra de unos pinos que adornaban aún mas la presencia de nuestros Rocieros.
Con las puertas de la Parroquia del Sagrado Corazón abiertas de par en par, el cuerpo de acólitos y la insignia de la Hermandad de Abandono y Mayor Dolor que reside allí canónicamente, se disponían a salir al encuentro del «Simpecado Marinero», donde como de costumbre abría el cortejo la joven escuela de Tamborileros de la Hermandad.
Otro momento histórico para la Hermandad de Gloria Linense, ya que su Bendita Madre en la Advocación de Rocío se dispone a entrar en el Templo de la barriada del Junquillos, con los sones del Coro de la Hermandad que canta a los pies de Nuestra Señora del Mayor Dolor, y como bien dirían en sus cantos con «Seis Varales Centinelas» por cada lado, antológico.
Comienza la Santa Misa presidida por el Reverendo Padre D. Juan Manuel Benitez, Director Espiritual de la Hermandad del Miércoles Santo linense que con aromas de incienso se dispone a acariciar la silueta del Simpecado Rociero que preside el Altar de la Parroquia.
De nuevo los sones del Coro de la Hermandad, ante la presencia en los primeros bancos de ambas Juntas de Gobierno, la Hermandad de Penitencia y Gloria respectivamente, encabezadas estas por sus Hermanos Mayores D. Juan Antonio Valle Lima y Doña Milagros María Sanchez González.
Durante la celebración de la Eucaristía y una vez dada la bienvenida a esta Hermandad de Gloria a la Iglesia del Sagrado Corazón, el 
párroco se disponía a dar una curiosa explicación nunca escuchada hasta ahora «…es curioso que donde va portada la imagen con la Advocación del Rocío de Nuestra Madre María, se le llame «El Simpecado» cuando en realidad se le tendría que llamar «la Simpecado», ya que es ella nuestra Madre la que preside el mismo para tal y se le fue concebida tal Gracia por obra de Dios…» palabras a las que el Hermano Mayor se comprometió a tomar nota de esta curiosa y verdadera explicación según su propio testimonio.
Se consagra el Cuerpo de Cristo bajo los sones del Himno Nacional, que como en cada Sabatina y siempre que están presentes interpreta la Escuela de Tamborileros.
Al termino de la Santa Misa, el Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío, entre las insignias de ambas Hermandades se dispone a subir al atrio para compartir unas palabras de agradecimiento, donde cabe destacar las que tuvo con prácticamente la voz rota por la emoción contenida «…era mas que una obligación el visitar esta Parroquia y todo el buen Rociero lo sabe, y quizás donde nos sintamos mas identificados ya que durante muchos años esta fue y seguirá siendo la casa del Padre Diego, seria incapaz de irme de aquí sin hacer mención a lo que significa esta gran persona para la Hermandad del Rocío…» sobran los comentarios.
Por último, como de costumbre ambos Hermanos Mayores y el Director Espiritual cantan la Salve y los Vivas ante la imagen de Nuestra Señora del Rocío, en otra Sabatina Itinerante mas que ya es historia y donde esperamos ansiosos la próxima.
¡¡¡BUEN CAMINO…!!!
Textos y Galería de Imágenes: Jesús Asencio Pérez.
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